18 de febrero de 2015

La doncella sin manos

En la entrada anterior pudimos ver un “abstract” de la vida de los hermanos Grimm y, al mismo tiempo, una opinión personal sobre sus “cuentos”. Al finalizar el post, dejé en suspensión que hablaríamos de alguna de estas historias. Pues bien, la historia que nos acontece es “La doncella sin manos”.




Se trata de un relato que fue escrito por primera vez por Philippe de Remi en el siglo XIII, pero que a lo largo de la Edad Media fue redactado y cambiado de forma continuada, existiendo hoy decenas de versiones del mismo. En un principio, se extendió por todo el continente Europeo pasando, después, a formar parte de la cultura sudamericana. Por otro lado, existen versiones, se cree que independientes, procedentes de la cultura árabe. De esta manera podemos encontrar el mismo cuento con nombres diferentes como: “La doncella manca”, “El vergel”, “La novia manca”, “Manos de plata”…

Sin embargo, no es mi intención hablar del cuento en su sentido más inocente, sino hacer una pequeña crítica del mismo, pues nada más leerlo siento dudas de que este relato verdaderamente haya podido ser adaptado para el público infantil. Debo ser sincera, ya que mis dudas no son únicamente mías sino que están, en cierto modo, enfundadas por un libro que tuve el placer de leer hace algún tiempo: “Mujeres que corren con los lobos” de Clarissa Pinkola Estes. (Para quien tenga curiosidad, el libro se encuentra en formato PDF en la siguiente dirección: http://www.infogenero.net/documentos/mujeresquecorrenconlos%20lobos.pdf). Se trata de un libro que, mediante el análisis de distintos cuentos, entre los que se encuentra el que atañe a esta entrada, la autora hace una crítica al gran esfuerzo que han tenido que realizar las mujeres a lo largo de los tiempos por vivir en una sociedad machista que borraba por completo su esencia como mujer.


Este cuento, más que por niños, ha de ser leído en profundidad por jóvenes y adultos con el objeto de reflexionar sobre el mismo. Sin duda alguna, el cuento empieza con la avaricia y el egoísmo de un padre, que sin justificación por ser pobre, prefiere arruinar la vida de su hija cortándole las manos a cambio de dinero, lo cual es una brutalidad. Para continuar, la mujer es continuamente perseguida por el “diablo”. Si miramos con  nuestra lente más en profundidad podemos ver como ese “diablo” es el mismo hombre maltratador que hace que las mujeres se conviertan en mártires. Otro asunto interesante en el relato es la continua referencia a la religión. Si bien, es cierto que podemos decir que la fe es el motivo que da fuerzas a la doncella para seguir adelante, resistiendo con resignación y sin desmayo, por ella y por su hijo. Sin embargo, en una sociedad multicultural como la actual, este componente religioso debería ser reducido o readaptado en el cuento, pues son muchas las religiones e ideologías existentes.




Por otro lado y en contraposición a la crítica anterior, es destacable la compasión que presenta la suegra de la mujer por ella, eliminándose aquí el tópico de “suegra malvada” y, también, el amor incondicional del rey por la doncella, al que no le importa morir por encontrar a su familia. Podemos decir, que mediante un análisis detenido de este relato podemos encontrar dos caras de una misma moneda.


Tras dar una opinión totalmente personal del relato, en posteriores entradas no analizaremos la parte interna del cuento sino que intentaremos curiosear quienes han sido los ilustradores de esta intensa historia.

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